El operativo de seguridad para la apertura de sesiones ordinarias del Congreso este año fue mucho mayor que el del 2017.
Además de los vallados a tres cuadras del Parlamento y la fuerte presencia policial, especialistas en explosivos controlaron todas las tapas de servicios y alcantarillas en la vía pública para descartar cualquier atentado contra el presidente Mauricio Macri y su Gabinete.
Toda la Plaza de Mayo y Av. de Mayo apareció con estas fajas el día que @mauriciomacri fue a abrir las sesiones ordinarias de Congreso. pic.twitter.com/U4QLur8T2C
— Víctor Dolfi Pérez (@Dolfi64) March 7, 2017
Caminando este jueves por las veredas desiertas del Congreso, se podían ver fajas naranjas en las tapas de hierro con la leyenda «inspeccionado». Es que en los últimos días, miembros del Departamento Brigada de Explosivos de la Policía Federal controlaron cada uno de estos pozos para descartar la existencia de bombas subterráneas.
Los asistentes a la Asamblea Legislativa destacaron el mega operativo de seguridad desplegado en las afueras, con una posta de controles para ingresar al recinto.
Por ejemplo, los trabajadores de prensa debieron colocar sus bolsos y carteras dentro de un escáner móvil de la Policía Federal instalado en la calle. Se trata del mismo control que realizan con los equipas en los aeropuertos o a los visitantes en las cárceles federales.
Fuente: Infonews
