Cristina tiene luz verde de la Corte para sesionar virtualmente

Tras varios días de presiones cruzadas, el fallo del máximo tribunal establece que el Poder Legislativo tiene la potestad de decidir cómo sesiona. Todos los detalles de una nueva victoria estratégica de la vicepresidenta.
Hace unas semanas quedó instalado el debate acerca del proyecto de Máximo Kirchner para establecer un impuesto extraordinario a las 1.000 fortunas más grandes del país, lo que generó una virulenta reacción del establishment económico, con los medios de comunicación como voceros de esa indignación.

Teniendo en cuenta que la materia del derecho tributario es exclusiva del Poder Legislativo, y que este se ve imposibilitado de sesionar normalmente en los recintos por el peligro que significa el coronavirus, sumado a que muchos legisladores pertenecen al grupo de riesgo, el gobierno debía avanzar en la posibilidad de sesionar virtualmente.
Sin embargo, al ser una ley que afectaba intereses particulares de sectores muy poderosos, existía una alta probabilidad de que estos sectores intenten sabotear la resolución legislativa judicializando el conflicto (como ya han hecho muchas veces) y pidan la nulidad del proceso de sanción de la normativa cuestionando la legalidad de la sesión virtual.

Es por esto que Cristina Fernández de Kirchner se adelantó y, a través de la abogada del Senado, Graciana Peñafort, envió a la Corte Suprema un pedido de declaración de certeza sobre si era legal o no realizar sesiones de forma virtual, dado el carácter extraordinario de la crisis sanitaria.
La intención de la vicepresidenta era blindar la ley, teniendo una certeza por parte de la Corte de que nadie podrá invalidar el impuesto que resulte del tratamiento legislativo por una supuesta ilegalidad de la sesión virtual.

Esto provocó varios días de tensión y cruces porque la crítica general por parte de la oposición era que ese no era asunto de la Corte, y la postura del presidente del tribunal, Carlos Rosenkrantz, era de no tratar el pedido. En la práctica, era impedir que Cristina tuviera un fallo que la habilite a sesionar virtualmente.
Sin embargo, Cristina presionó retuiteando un hilo de Graciana Peñafort que explicaba por que la Corte debía expedirse. Por eso, la abogada fue denunciada por diputados de Juntos por el Cambio por incitación a la violencia.
La oposición jugó un rol caótico en este tema porque exigió fuertemente que haya sesiones, pero se opuso a las sesiones virtuales, sabiendo que no se puede disponer de una sesión presencial en medio de la pandemia.
Esta postura fue abonada también por el Procurador General de la Nación, Eduardo Casal, que le recomendó a la Corte no expedirse sobre el tema.
Finalmente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó la presentación de la vicepresidenta, pero fundamentó que era potestad del Poder Legislativo interpretar sus reglamentos. Solo Rosenkrantz quedó en la posición de “no responder”, sugerida por Casal.
Con ese fundamento, Cristina tiene luz verde para activar las sesiones virtuales sin posibilidad de sabotajes posteriores o intentos de invalidar las leyes que resulten de dichas sesiones. Una vez mas, su jugada fue exitosa.
Inhabilitada la posibilidad de buscar la invalidez de la sesión que trate el impuesto extraordinario en la justicia, la oposición deberá limitarse a dar la discusión legislativa.