Santiago del Estero: Le negaron una ILE a una niña violada

La médica que la atendió mintió con el tiempo de gestación para que la nena no pudiera acceder a un aborto legal.
La niña, a la que los medios se refieren bajo el pseudónimo de “María”, es cartonera. Toda su vida ha sido atravesada por distintos tipos de violencia, incluyendo violencia sexual. En su legajo de Protección a la Niñez figuran denuncias desde los 3 años, en 2011, y luego en 2013 y 2017, y la mayor parte de su vida la pasó en instituciones alejada de su familia. A esta lista ahora se le suma la violencia institucional.
El 2 de abril la niña fue a atenderse con dolores abdominales a la Unidad Primaria de Atención Sanitaria (UPA) N° 3, de Villa Griselda, de La Banda acompañada por su mamá.
La revisaron y la mandaron a hacerse una ecografía a otro UPA, ya que ahí no tenían equipamiento. Finalmente se la hicieron el 6 de abril en el del barrio Misky Mayu. La ecografía dio 20 semanas de gestación, sin embargo, jamás se le dio consejería en derechos sexuales y reproductivos ni le dieron información adecuada y conforme a su autonomía progresiva contemplada en la Convención sobre Derechos del Niño (artículos 3 y 5) y el Código Civil y Comercial de la Nación (artículo 26).
La médica María de los Ángeles Pereyra, coordinadora de la UPA N° 3, de Villa Griselda demoró casi tres semanas en informar a las autoridades sanitarias de la provincia sobre el embarazo de María que, dado que tiene menos de 13 años, se considera siempre que es producto de violencia sexual.
Sin embargo, el informe que llega al Ministerio de Salud dice “26 semanas de gestación”, o sea que se habían agregado 6 semanas más de las que realmente cursaba. Al presumir que la niña llevaba 30 semanas de gestación al momento de recibido el informe en dicho ministerio, se hacia muy dificultoso la práctica de una ILE. Sin embargo, el 7 de mayo fue a atenderse y quedó internada para realizarse los estudios pertinentes, donde descubren que en realidad cursaba su semana 24 de embarazo.
El miércoles 13 se convocó a un ginecólogo especializado de la provincia que dio garantías, siguiendo el protocolo de ILE de Nación, de que se estaba a tiempo para ofrecer la práctica a la niña. Pero un alto funcionario de Maternidad e Infancia, se echó atrás: alegó que en el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, le dijeron que no era apropiada la práctica.