VIDEO: perro salvó a un esquiador que quedó sepultado bajo un metro y medio de nieve por una avalancha en Ushuaia

Un esquiador estuvo más de una hora enterrado bajo un metro y medio de nieve a raíz de una avalancha en un glaciar de la ciudad de Ushuaia.
El joven fue rescatado gracias a la pericia de “Tango”, un perro de los bomberos entrenado para este tipo de siniestros.
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El perro rescatista Tango salvó a un esquiador que quedó sepultado bajo un metro y medio de nieve por una avalancha en Ushuaia.
— Noticias en Red (@notienred) July 11, 2022
“Tango recorrió unos 10 metros y empezó a ladrar y a rascar la nieve. Lo había encontrado”, contó el bombero. pic.twitter.com/Bjex6cGLbw
El can marcó el lugar donde se encontraba la víctima y posibilitó que lo sacaran: se recupera en el Hospital Regional de la capital de Tierra del Fuego.
El episodio se desencadenó pasadas las 20.30 de este sábado en el Glaciar Martial, ubicado en los montes Martial de la capital fueguina, cuando un gran desprendimiento de nieve se deslizó montaña abajo y sorprendió a dos jóvenes que practicaban esquí de travesía, en medio de una jornada con nevadas intermitentes y mucho frío.

Uno de los esquiadores sufrió golpes en una rodilla porque se le trabó el esquí contra unas rocas, pero logró eludir la avalancha y pudo pedir ayuda. A su compañero, en cambio, no lo encontraba por ningún lado. De inmediato, integrantes de la Comisión de Auxilio de Ushuaia activaron el protocolo de rescate y se dispuso un operativo de búsqueda con base en la parte inferior del glaciar.
Uno de los primeros rescatistas en acudir al llamado de emergencia fue el cabo primero del Cuartel de Bomberos “2 de abril”, Julián Elizari. No iba solo: lo acompañaba “Tango”, un perro labrador de 10 años que está entrenado en búsqueda de personas para casos de avalanchas o de estructuras colapsadas.
“Estábamos en medio de una cena. Yo siempre tengo la mochila preparada. La familia ya sabe. Uno te pasa el pantalón de invierno, otro las linternas. Tango se pone a saltar porque para él es un juego”, contó Elizari.
Los rescatistas llegaron al glaciar cerca de las 22, subieron un tramo de la montaña en motos de nieve y después comenzaron una carrera a pie, enterrándose hasta la cintura y saltando troncos. “Cuando el muchacho que pidió auxilio me marcó el lugar, Tango empezó a hacer su trabajo. Recorrió unos 10 metros y empezó a ladrar y a rascar la nieve. Lo había encontrado”, relató el bombero de 57 años, oriundo de Olavarría pero radicado en Ushuaia desde 1987.
“Empezamos a escarbar con cuidado, con palas y con las manos. Hasta Tango ayudó. La nieve estaba muy compacta y húmeda. De repente encontramos una mano. Estaba quieta y temimos lo peor”, continuó el rescatista.
Sin embargo, cuando los miembros de la Comisión de Auxilio lograron destapar el cuerpo que estaba un metro y medio enterrado en la nieve, vieron que el joven movía los dedos, y a partir de allí se desató una verdadera carrera contra el tiempo para ponerlo a resguardo y trasladarlo de urgencia hasta un centro médico