El drama familiar de Denise Dumas: “Estoy partida al medio”

Cómo está sucediendo con tantas familias argentinas, el hijo de Denise Dumas, decidió emigrar en búsqueda de una mejor calidad de vida.
El destino del hijo de la famosa, no es otro que el país oceánico de Nueva Zelanda, uno de los destinos más codiciados por los migrantes.

Consultada a respeto la conductora contó lo siguiente:
—Hoy, ¿en qué momento estás?
—Estoy contenta, pero medio partida al medio: se me fue Santi (19), mi único varón, a Nueva Zelanda, a trabajar un año.
—¿Lo venía pensando hace mucho?
—Sí. Terminó el colegio y me dijo que, como experiencia, quería irse. Te parte al medio. Se fue recontento, con su mejor amigo, pero es raro.
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—¿Qué va a hacer allá?
—Ahora tiene un mes y medio en Auckland hasta que viene la plantación del cherry.
—¿Te da miedo que se quiera quedar?
—Sí, me da miedo, pero si se quiere quedar es porque está feliz. Tiene un futuro allá. Está difícil este país para los chicos jóvenes, salvo que tengan una vocación muy marcada. Conseguir trabajo es difícil. El tema es que Nueva Zelanda es muy lejos, muy caro el pasaje. Que se arrime un poquito, por lo menos a mitad de camino… Si le duele la muela y quiero ir, llego dos días después (risas).
—Si le duele la muela y querés ir, igual te va a costar un poco: el pasaje es caro.
—Sí, es verdad. Que tome un calmante (risas)
—¿Lo mandaste con botiquín? ¿Le revisaste la valija?
—Mandamos todo. Igual me pasa esto: está grande y está bien. En casa ya Fran, la más chiquita, le agarró el cuarto.
—¿Creés que tiene más que ver con un hijo que crece y que hace sus experiencias o con esto que decías recién: lo difícil que está para los jóvenes?
—Con lo difícil que está acá. Santi es refamiliero, es muy amiguero. Por ahí él hubiera hecho un viaje más de experiencia. Tiene que ver con cómo está el país. Un día hizo el cálculo de cuánto debería trabajar para poder comprarse una casa acá y cuánto debería trabajar para comprársela en Nueva Zelanda, y dijo: “Yo allá, en cuatro años puedo tener una casa y acá, en 170; no me alcanza la vida”.
—Y sabiendo el privilegio que uno tiene, si extraña puede volver o lo podés ir a buscar.
—Exactamente. Tiene pasaje de vuelta, está sano, se fue porque quiso. Yo viví lo que es perder a alguien en serio… Esto es una experiencia linda. ¿Desacomoda un poco? Sí. ¿Uno lo extraña? Sí. ¿Lo quiero abrazar? Sí. Me pierdo meses de compartir. Pero bueno, es rearmar con la camarita, es otra cosa.